Según Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores, se baraja la posibilidad de participar en el instrumento comercial diseñado por Francia, Alemania y Reino Unido con el objetivo de seguir haciendo negocios con Irán. De esa forma, se evitarían las sanciones que Estados Unidos reintrodujo contra Teherán.
«España está considerando muy positivamente la posibilidad de formar parte de la empresa financiera creada por Reino Unido, Alemania y Francia, para posibilitar que las empresas puedan seguir trabajando con Irán», ha comentado Borrell ante la prensa en Bruselas, donde acude a una reunión de ministros de Exteriores de la UE.
Por ahora, no ha querido dar más detalles sobre la operación, se ha limitado a decir que es una opción que está «sobre la mesa del presidente» y que el Gobierno está «estudiando cómo sumarse al proyecto».
Borrell también ha asegurado que tanto la Unión Europea como España harán «todo lo posible por mantener el acuerdo nuclear con Irán», aunque ya ha habido obstáculos por parte de Estados Unidos a la venta de petróleo iraní y de que Teherán ha anunciado que «dentro de seis meses empezarán a incumplir sus obligaciones con el Tratado».
La situación es «mala», ha opinado Borrell quien ha pedido que Irán «reconsidere» el ultimátum. «Hay que hacer todo lo posible para evitar que se vaya al traste definitivamente un acuerdo tan laboriosamente construido y del que depende en buena medida nuestra seguridad en la región».
Ha pesar de que, para Estados Unidos, el pacto nuclear ya no exista, ha recalcado que, para que eso pase, debe ser por los dos lados, y por ahora los iraníes aún no lo han desechado. «Sería una derrota de la diplomacia y de los esfuerzos que se han hecho para conseguir que Irán no se convierta en una potencia nuclear y que, al mismo tiempo, no se apliquen sanciones», ha añadido junto con una crítica al presidente estadounidense por haber «roto el equilibrio».
Las relaciones transatlánticas más normalizadas
Borrell también ha tenido unas palabras sobre el estado de las relaciones transatlánticas a las que se ha referido como «normalizadas», sin «focos de tensión», aunque «no son fáciles de tratar».
La visita sorpresa de Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, es una prueba del «especial interés e importancia» por parte de Estados Unidos a sus socios europeos en palabras de Borrell.
Fuente: ElEconomista.